28 nov 2012

Cuando llegue ese día

- Algunas veces siento que algún día me voy a despertar y me van a haber pasado 10 años por encima casi sin darme cuenta.
Las pupilas de él se vieron a sí mismas, petrificadas y grandes como monedas, en el reflejo de los ojos vidriosos de ella.
Siguió con un hilo de voz.
- Y tengo la sensación de que, cuando ese día llegue, voy a estar en este mismo lugar, hablando con vos, con esta misma cosquilla en la garganta y con estas mismas ganas de llorar sin poder hacerlo.
Al terminar de hablar, refugió las esbeltas manos bajo sus muslos inquietos. Gachó la cabeza y un mechón quedó colgando bailarín de su rostro, pero lo acomodó rápidamente detrás de su oreja.
El aire caía denso sobre sus cabezas, y el silencio se hacía escuchar.
Ninguno quería continuar. No sabían cómo hacerlo en realidad, cómo seguir con ese río de palabras magentas que se salpicaban sin mojarse.
Él quiso colocar una mano sobre su hombro, sobre su rostro, sobre su pierna. No podía hacer más que pensar.
“Cuando llegue ese día, vas a despertarte y yo voy a estar acostado al lado tuyo, y  te voy a haber estado mirando por muchas horas sin haberme darme cuenta, y la cosquilla va a habitar en mi pecho, y el que vaya a querer llorar voy a ser yo”.

18 nov 2012

Los extraños.

Quisiera saber por qué
mientras nos besamos
arrodillados, tu sonrisa
se tiñe de tristeza.

Y percibo, con mis 
ojos cerrados, los tuyos
lejanos, y tu cuerpo
que viene y se va.

Nos contemplamos
los rostros con miedo,
poso una mano en 
tu mejilla, y la besás. 

Tan fácil me envolvés 
con tus largos brazos,
me dejo acariciar, nos 
empapamos en el otro.

17 nov 2012

Algo parecido a eso.

No es más que
poner un pie
delante del otro
y así otra vez.

Pero sí,
caminar
es algo más
que eso.

No es más que
apoyar la
pluma en la hoja
y deslizarla.

Pero sí,
escribir
es algo más
que eso.

No es más que
querer hacerte
sentir que sos
única para mí.

Pero sí, quizás
quererte es
algo parecido
a eso.

9 nov 2012

Confín.


Revolví entre
los infinitos más
largos del tiempo.

Abracé tu cintura en
las más remotas
esquinas de tu hogar.

Desenmascaré tu
mirada en el
confín de la mía.

8 nov 2012

Escondite.

Podría perderme
en tus ojos tristes
y haría un refugio
de tu boca.

Podría empaparme
con tu piel suave,
y haría un santuario
de tus manos.

Y si te pierdes,
estaré esperando
en tu cuarto,
dulce cárcel.

Y si me pierdo,
estaré acariciando
ya tu cuerpo,
eterno escondite.