30 oct 2012

Los dados.

El destino es la religión
de la casualidad.
Es intentar inventar
una fuerza que
del más
(y más)
allá
acude.

Esa fuerza increíble,
e inexistente,
(a la que llamamos
destino), no es
más que
puras y
libres
chances.

Uno cosecha
lo que siembra.
Uno come
lo que cosecha.
Pero qué es,
el Sol,
si no un
número.

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