10 may 2011

La falsa ilusión del relojero.

Lleva una falsa esperanza, acarreándola desde la cuna, como si en el transcurso del camino a través de un tobogán oscuro, tuviese la certeza de que impactará con algo. Cree ciegamente. Cree que puede manejar los momentos que lo van carcomiendo con una intermitencia cruel.
Su destino (tristemente irónico) lo llevó a hacerse relojero. Pasa tardes, noches y crepúsculos dándole cuerda a precisas agujas.
Se siente el titiritero y ve al tiempo como su fiel marioneta. Carece de cordura, es un hermoso demente con una hermosa mente que recrea una hermosa mentira y le impide dar con la impiadosa verdad.
Su mirada vacía se pierde en las dimensiones de los segundos que cuenta, que se convierten en minutos, y estos en horas, y estos en años de demencia.

Quién (más) diría que no hay mejor verdad que la que uno mismo se limita a ver...
o a imaginar

1 comentario:

  1. No loco, sos increíble.
    Leé la mecánica del corazón, además de que el libro es lo más hermoso del mundo, habla masomenos de esto.

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